Un programa ayuda a pacientes cardíacos en Australia. El programa CHOICE (por Choice of Health Options In prevention of Cardiovascular Events), una alternativa para solucionar la subutilización generalizada de los programas de prevención secundaria, fue desarrollado por un equipo dirigido por la doctora Julie Redfern, del Hospital Concord, en Nueva Gales del Sur, Australia. El estudio incluyó a 144 sobrevivientes del síndrome coronario agudo (SCA), que no realizaban rehabilitación cardíaca estandarizada. El programa CHOICE consta de apoyo telefónico, modificación de factores de riesgo de manera individualizada y una consulta médica. Todos los pacientes hicieron algo para reducir el colesterol, pero podían optar por participar en actividades de reducción de la presión, cesación tabáquica o ejercicio físico. El equipo dividió al azar a los participantes en dos grupos: uno con el programa CHOICE y otro grupo control, con un seguimiento tradicional sin prevención secundaria coordinada. El equipo midió también los resultados obtenidos con 64 sobrevivientes del SCA que participaron en la rehabilitación cardíaca estandarizada. Al año, los niveles promedio de colesterol total eran más bajos en el grupo CHOICE que en grupo control. Lo mismo ocurrió con los valores de la presión sanguínea. Además, los pacientes CHOICE conocían mejor que el grupo control los factores de riesgo y sus niveles de actividad física eran casi el doble. "El éxito se debió a la elección de una actitud activa de los pacientes hacia el manejo de sus factores de riesgo, atención individualizada y los elementos del programa CHOICE", dijo Redfern.
Fuente: ar.news.yahoo.com/s/reuters/090407/n_health/salud_corazon_programa
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Obesidad y Diabetes, el peligro es real. En la Región de las Américas, la obesidad y la diabetes están alcanzando proporciones epidémicas. La prevalencia de la obesidad está aumentando en todos los grupos de edad. Estudios en Chile y México indican que entre un 7 y un 12% de los niños menores de cinco años y una quinta parte de los adolescentes son obesos. En los adultos, las tasas de sobrepeso y obesidad se aproximan al 60%, destacaron en Washington expertos de la Organización Panamericana de la Salud en el transcurso de la presentación de una propuesta de resolución sobre métodos para la prevención y el tratamiento de la diabetes y la obesidad. "Se prevé que el número de personas que sufren diabetes en América Latina se incremente en casi un 150%, pasando de 13,3 millones en el 2000 a 32,9 millones para el 2030." afirma el documento adjunto a la citada resolución. Por ello, la OPS y los países de las Américas concordaron en que ha llegado el momento de priorizar la aplicación de medidas para revertir la explosión de esta epidemia. Medidas, dijeron, como las contenidas en la Estrategia y Plan de Acción para un Enfoque Integrado sobre la Prevención y el Control de las Enfermedades Crónicas, incluyendo el Régimen Alimentario, la Actividad Física y la Salud, que los ministros de Salud del continente americano aprobaron en el 2006 De entre las tres formas principales de diabetes, Tipo I, Tipo II y Diabetes Gestacional, la de Tipo II es la más común, representando entre el 85 y 90% de los casos y directamente relacionada con factores de riesgo enteramente modificables y prevenibles como son la obesidad y el sobrepeso, la inactividad física y los regímenes alimentarios hipercalóricos de bajo valor nutritivo. Expertos de la OPS reiteraron que la carga que la diabetes representa para la sociedad y las personas se relaciona principalmente con un aumento de la discapacidad y la mortalidad prematuras por complicaciones. El riesgo de morir por enfermedades cardiovasculares y por todas las demás causas es entre dos y tres veces más alto en las personas con diabetes en comparación con sus semejantes no diabéticos. "En la mayoría de los países de las Américas se está produciendo un cambio en los hábitos alimentarios", dijo el Dr. Barceló. "Ha aumentado el consumo de alimentos con un denso contenido energético, ricos en grasas saturadas, azúcares y sal. Este modelo, unido al hecho de que entre 30 y 60% de la población no alcanza el nivel mínimo recomendado de actividad física (por ejemplo, caminar diariamente durante 30 minutos) contribuye en gran medida a las tasas altas de sobrepeso y obesidad en la región".
Fuente: www.latinsalud.com/articulos/01032.asp
Fuente: www.latinsalud.com/articulos/01032.asp
Alimentos, frutas, bebidas y especias comunes contienen compuestos saludables que ayudan a combatir la inflamación perjudicial. En este proceso estos fitoquímicos -como el resveratrol presente en el vino tinto o las catequinas presentes en los tés verdes, blancos y negros, por ejemplo- también podrían reducir el riesgo de desarrollar enfermedades asociadas con la inflamación crónica, incluyendo el cáncer y la diabetes. Por su parte, frutillas, uvas, arándanos y algunos condimentos como el romero contienen compuestos que -en tubos de ensayo- pueden matar las células de un cáncer de infancia.
Investigaciones realizadas la bióloga molecular Susan J. Zunino del Centro Occidental de Investigación de Nutrición Humana (WHNRC) dependiente del Servicio de Investigación Agrícola de Estados Unidos (ARS) en Davis, California, podrían revelar exactamente cómo los compuestos químicos de plantas combaten la leucemia linfoblástica aguda infantil.
Los estudios actuales de Zunino están basados en sus hallazgos de 2006 sobre la capacidad de varios compuestos de matar las células de leucemia: el carnosol del romero, la curcumina de la cúrcuma, el resveratrol de las uvas, y el ácido elágico, el canferol y la quercetina de las frutillas. Sus estudios son de interés no sólo para los investigadores de cáncer, sino también para los científicos que exploran los beneficios a la salud ofrecidos por los compuestos naturales en las frutas, verduras, hierbas y especias del mundo. Descubrió que los fitoquímicos impiden las operaciones ordenadas de las mitocondrias, las cuales producen energía dentro de las células. Sin esta energía, las células mueren. Las mitocondrias expuestas al resveratrol y otros fitoquímicos probados por Zunino no pudieron funcionar bien. Zunino está colaborando en esta investigación con biólogos moleculares y con miembros del Centro de Cáncer de la Universidad de California, Davis y otras universidades de EEUU.
Los estudios actuales de Zunino están basados en sus hallazgos de 2006 sobre la capacidad de varios compuestos de matar las células de leucemia: el carnosol del romero, la curcumina de la cúrcuma, el resveratrol de las uvas, y el ácido elágico, el canferol y la quercetina de las frutillas. Sus estudios son de interés no sólo para los investigadores de cáncer, sino también para los científicos que exploran los beneficios a la salud ofrecidos por los compuestos naturales en las frutas, verduras, hierbas y especias del mundo. Descubrió que los fitoquímicos impiden las operaciones ordenadas de las mitocondrias, las cuales producen energía dentro de las células. Sin esta energía, las células mueren. Las mitocondrias expuestas al resveratrol y otros fitoquímicos probados por Zunino no pudieron funcionar bien. Zunino está colaborando en esta investigación con biólogos moleculares y con miembros del Centro de Cáncer de la Universidad de California, Davis y otras universidades de EEUU.
Por su parte, en el Centro Occidental de Investigación de Nutrición Humana dendiente del ARS, el biólogo molecular Daniel H. Wang realiza estudios para resolver el complejo misterio de cómo los fitoquímicos combaten la inflamación. Sus investigaciones con células en cultivo en su laboratorio han revelado modos probables de acción usados por los fitoquímicos del vino tinto, el té verde, ajo, cúrcuma y canela. El grupo del Dr. Huang ha descubierto que los fitoquímicos pueden impedir el flujo normal de ciertas señales químicas o mensajes enviados hasta y desde las células involucradas en la inflamación crónica. Sus experimentos mostraron que ciertos fitoquímicos pueden estorbar mensajes que, si no son impedidos, podrían llegar y activar genes que pueden estimular las reacciones inflamatorias.
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